Fotoetnografías de la pandemia

Acerca de

Generación “Nenis” y su impacto en el mercado informal: De las redes sociales al espacio público

Paola Ma. Nolasco Antonio

“...aunque se han integrado hombres, el mercado de las ventas directas sigue dominado por las mujeres, se estima que el 75 % de los vendedores directos en México, son mujeres” (Morales: 2016).

Introducción

El presente texto tiene el propósito de analizar e indagar el papel de las mujeres mexicanas en el mercado informal a partir de la emergencia sanitaria por COVID-19. Por otro lado, está enfocado en la adaptación al espacio público -El Metro de la Ciudad de México- donde se consolidan las ventas. A lo largo de este texto se mostrara lo útil que ha sido esta nueva forma de generar dinero, el control de poder por el que está mediado, las dificultades a las que se enfrentan las dueñas de negocios, el impacto que ha tenido en la economía y sobre todo en el mercado tan voraz del que somos parte.

A lo largo de la industria online-tecnológica ha existido la venta en línea, ventas que brindan comodidad, por ejemplo, conseguir artículos exportados, recibir el artículo en el propio hogar sin la necesidad de salir de casa, esto facilita a las/os fanáticas/os de las compras a través de una pantalla. Aplicaciones (Apps) como Mercado Libre, Amazon, Linio México, Best Buy y eBay son las que tienen alto impacto en el mercado en línea. Es importante mencionar que todas estas tienen como objetivo generar confianza, por lo cual ofrecen seguridad y calidad en productos, es decir, las tarjetas crédito/débito y el dinero que se deposita están resguardados.

Sin embargo, en apps como Facebook, Instagram y WhatsApp, hoy en día y no hace mucho dejaron de ser utilizadas para el fin de comunicación que fueron diseñadas y se empezaron a utilizar para hacer negocios y publicidad. Con el tiempo, se fueron re-diseñando las mismas a las necesidades de los vendedores, por ejemplo, actualmente Facebook cuenta con herramientas y secciones exclusivas para vender o hacer tratos.

Si comparamos las primeras apps con las segundas, es claro ver que unas tienen fácil acceso y beneficios mientras que otras no. Para vender y promocionar dentro de Mercado Libre se tiene que pagar cuotas, suscripciones, envíos y demás. Mientras que Facebook e Instagram no te ponen condiciones, a menos de que desees crecer en ventas, te pide una pequeña cuota y sólo si el cliente quiere envío se realiza, mientras que sea él quien pague su envío. Cuando el cliente no desea envío se acuerda un punto de entrega donde ambos interesados puedan hacer el trato. El riesgo de la última app mencionada es perder tiempo/ y dinero, esto si el cliente no llega y además, en ocasiones se sufren estafas. Por esto en Facebook hay desconfianza y es mejor realizar las ventas con pagos a contra entrega, ya que el vendedor puede ser engañado con depósitos falsos y el cliente que depositó, puede que no reciba su paquete.

Era importante mencionar lo anterior para tener un panorama y contexto general. Ahora bien, pasando al objetivo de este texto, éste se centra especialmente en el comercio informal online realizado en Apps como Facebook e Instagram. Las personas estudiadas son mujeres, lo decidí así por la viralización que se hizo hace pocas semanas sobre ellas y al mismo tiempo otorgándoles el adjetivo “Nenis”, esto por el uso de vocabulario que se apropian al realizar tratos. No es un texto separatista, sólo que en este espacio se intenta darles reconocimiento, ya que en aquellas publicaciones virales se minimizó su trabajo, su forma de independencia y el esfuerzo de generar dinero para sustentarse o sustentar a sus familias.

El comercio informal por interner ha existido desde hace algún tiempo, sin embargo fue a partir del año 2020 que se incrementó la brecha al trabajo informal, esto por el llamado “quédate en casa” a causa de la pandemia proclamada el 16 de marzo del año ya mencionado. Es así como muchas personas, hombres y mujeres empezaban a hacer tratos con familiares, pues entre ellos mismo se vendían y compraban. Al ver que funcionó quisieron profesionalizarlo a algo más grande, por lo que en grupos de Facebook de cada localidad se anunciaron consiguiendo grandes ventas. Hacían el trato por un chat de Messenger o WhatsApp, acordaban lugar, día y hora, por último se veían e intercambiaban dinero por artículos.

Los lugares de encuentro más famosos son las múltiples estaciones del metro, éste fue mi lugar de estudio y se concluyó que a cualquier estación visitada se encontraban ventas en acción. Del espacio público –metro- se empezó una persecusión por partes de las autoridades de seguridad, prohibiendo la realización de dichas actividades en este espacio e intimidando a todos aquellos que viven de ello.

Mi objetivo, en concreto, es visualizar estos aspectos de control y poder. También conocer otros conflictos, ya no por autoridades pero si entre compradores y vendedores. Se analizará también la seguridad de las vendedoras en estas actividades, cómo se sienten dentro de éste círculo y cómo sin ser mercadólogas, economistas o publicitarias saben ejecutar estrategias de ventas.

La pregunta que me propuse y que iré desenlazando a lo largo del desarrollo es: ¿La redes sociales son una forma de supervivencia ante la emergencia que estamos viviendo y cómo repercuten las autoridades del transporte colectivo en las mismas ventas?

A continuación explicaré mi método de recabar información, así mismo mencionaré datos interesantes que pueden ser sorprendentes para todos y todas aquellas que no son parte de un ambiente de comercio informal. Menciono también información teórica vinculada a la situación actual para que todo sea más claro.

Me gustaría mencionar que quien escribe este artículo es parte del comercio informal, esto me ha ayudado a elaborar una investigación más clara, tomo mis experiencias, los datos sobre mis ventas y los de mis compañeras, a quienes he conocido a lo largo de mi permanencia en este ambiente. Existen entrevistas, que por el espacio mencionaré a brevedad y existe también un respaldo de conversaciones con lo múltiples de clientes que existen.

Con poca frecuencia veíamos en el año 2010 las ventas en los famosos torniquetes de las estaciones de metro, es decir que “la venta directa se fue modificando a través del tiempo, modernizándose y adaptándose a los diferentes estilos de vida de la sociedad misma” (Morales: 2016). Como ya lo mencioné, fue a partir de la pandemia que se ve gente aglomerada en torniquetes, ya sea esperando a que llegue el vendedor o el vendedor esperando a su cliente. Además el notable cambio no sólo fue el incremento de vendedores, sino a lo que se enfrentaban, estás personas actualmente se enfrentan a enfermarse de COVID, por esto las y los vendedores se protegen con cubre bocas, caretas, se desinfectan rociándose alcohol o algún otro desinfectante, también se ve cómo desinfectan el dinero y con frecuencia usan gel antibacterial.

“Hoy en día este tipo de ocupación laboral, se ha vuelto uno de los trabajos del mercado secundario más populares entre las mujeres pertenecientes a sociedades capitalistas” (Morales: 2016). Ellas mismas son quienes se han abierto oportunidades, pues en este medio laboral no se excluye por edad, género o nivel económico. Cada quien es dueño de su tiempo, ofrece las ventas en horarios disponibles y esto les abre la oportunidad a jefas de familia, quienes pueden atender a sus hijos/as y generar ingresos.

Además, de alguna forma las libera del sistema capitalista, pues ya no están dentro de empresas competitivas y destructoras. Y “aunque se han integrado hombres, el mercado de las ventas directas sigue dominado por las mujeres, se estima que el 75 % de los vendedores directos en México, son mujeres” (Morales: 2016).

Recordemos que por la pandemia la economía se fue abajo, no sólo en México sino que en todos los países y al mismo tiempo algunos han podido levantarse pero México no. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas indica que los principales afectados son niños, jóvenes y madres de familia. Esto es cierto, ya que durante las visitas en los lugares de encuentro se ven mayoritariamente a madres con hijos y a jovencitas.

Los artículos que se ofrecen en las redes sociales son muchísimos e imaginables, se ofrece ropa, zapatos, tenis, artículos para el hogar, maquillaje, tratamientos, juguetes, almohadas, bicicletas, artesanías, artículos antiguos, artículos eróticos, animales, postres, computadoras, celulares, etc. No se ha visto la venta de alimentos agrícolas y si estos se ofertan en las redes sociales, muchas veces son llevados hasta domicilio.

Las entrevistas realizadas denotan inconformidades, las vendedoras se sienten intimidadas cada vez que van a hacer entregas. Principalmente por las autoridades, algunas entrevistadas llevan años en la venta informal, a lo que comentan que antes de la pandemia estaba todo muy tranquilo. Los policías hacían caso omiso, pero fue a partir del año pasado que las vendedoras se triplicaron, lo que ocasiono conflictos y prohibición de vender. Los policías argumentan que sólo siguen reglas de sus jefes y que dentro de las instalaciones del metro no está permitido realizar actividades comerciales.

Incluso varias mujeres han sido llevadas al juzgado por vender dentro de las instalaciones. Lo anterior es la inconformidad de las vendedoras antañas, no porque tengan problemas con que alguien más venda, sino porque es una forma de subsistir y no es posible que los gobernantes prohíban este tipo de cosas.

Las vendedoras han tenido que recurrir a otras estrategias, pues los torniquetes están sellados con cintas amarillas y con vallas de plástico para impedir las entregas. Lo que se ha hecho al respecto es cruzar el torniquete aunque se gaste un boleto más, otras más se han salido de la estación lo que les aumenta inseguridad, pues si entregaran adentro donde hay gente no desconfiarían del cliente/a. Y algunas más se suben al vagón con el cliente y a lo largo de dos o tres estaciones, muestran el producto y hacen la venta. Sin embargo, hay vendedoras que piden consentimiento a los policías para hacer la venta, algunos acceden otros no.

Las vendedoras se enfrentan a diversas situaciones con los y las clientas, pues todos tenemos diferentes actividades y por aumentar las ventas acceden a estar a la hora que el cliente lo pida. En ocasiones vale la pena, pues algunas ventas se han hecho a las 7 am, la chica tuvo que ir desde el oriente de la ciudad hasta el sur, donde se encontraba la clienta, comenta que valió la pena pues la venta fue de $500. Algunas otras han logrado tener ventas por mayoreo o de más de tres artículos para un solo cliente. Una chica confesó haber tenido varias ventas de $1,500, esta cantidad en una sola entrega, mientras que otro día común en 6 o más entregas obtiene $1,200 al día.

Una entrevistada más, dijo que le va bien sólo por temporadas, ella vende artículos alusivos a las diferentes temporadas del año, comenta que en septiembre gana alrededor de $15,000, en octubre y diciembre $20,000 (por los dos meses), en febrero $10,000 y así sucesivamente. Con estos datos podríamos confirmar que las venta online son buen negocio. Sin embargo, esto aplica a personas que han buscado estrategias de venta, que buscan calidad a precios accesible y depende también de cual sea el costo del producto, por ejemplo, hay bazareñas que venden ropa desde $15 o $20, para ellas sería necesario tener varias ventas en un solo punto o que una clienta le compre más de tres piezas, esto por su tiempo, su inversión y sus pasajes. Existen vendedoras que venden diferentes cosas y por ende es un precio diferente, por ejemplo, una paleta de maquillaje tiene un precio de $250, entonces si la chica vende cuatro paletas o artículos similares con el mismo precio, su ingreso asciende muchísimo más.

Por último mencionaré los clientes a los que nos enfrentamos las vendedoras. Lo que nos pasa a todos y todas, sin importar el género, es que nos dejen plantadas, se hace el trato y horas antes se vuelve a confirmar la entrega, sin embargo a la hora acordada y ya estando en el lugar, el cliente no llega y no avisó. Algo más es que los clientes son exigentes, no es malo porque es su dinero, pero me ha pasado que encargan y cuando estamos haciendo el trato la persona no lo quiere, ya sea porque no le gustó o algo afín. Soy sincera y no me excuso, al momento de ofrecer mis productos muestro fotos con los artículos reales, les doy medidas y descripción del material del que está hecho. El cliente podría bien decir: “no es segura la compra, lo quiero ver y si me gusta me lo llevo”, esto podría prevenirnos y elegir si ir o no.

Existen muchos factores más que están detrás de las ventas en línea, incluso de los mismo vendedores, está investigación da para mucho más pero el espacio es acotado y por hoy hasta aquí termina. Espero en algún otro momento volver a retomarlo.

Conclusión

A pesar de que el trabajo independiente retomado por las mujeres de México enfrenta muchos conflictos y hoy en día no se toma enserio, en esta investigación se da a conocer lo contrario, que las participes son parte esencial del mercado, que tejen estrategias entre ellas mismas para subsistir, que muchas de ellas son estudiantes y que gracias a las ventas pueden seguir sus estudios. Así también, las madres solteras pueden mantener a sus hijos/as y sobre todo es posible sin tener a un acompañante como esposo.

Son impresionantes las cantidades de ingresos mencionados, no obstante no sabemos las necesidades de cada quien, por lo cual es justo que si se ha ganado el dinero a bases de esfuerzo, dedicación y cansancio detrás de una pantalla, éste pueda disfrutarse de la manera que mejor le convenga a la dueña.

Bibliografía

Bueno, Carmen. (2009). El rol de las mujeres en los cambios y continuidades de la economía informal. Argumentos, estudios críticos de la sociedad, 22, 211-239.

Comunidad de Prensa. (2021). En América Latina y el Caribe: el nuevo informe de la ONU advierte sobre una recuperación económica frágil e irregular. 2021, de Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Sitio web: https://www.cepal.org/es/comunicados/america-latina-caribe-nuevo-informe-la-onu-advierte-recuperacion-economica-fragil

Morales, Araceli (2016). Transformación de la participación laboral femenina desde la venta directa multinivel. Un análisis de redes a partir de los grupos de venta en Tlaxcala. Baja California, México: El Colegio de la Frontera Norte.

S/A. (2015). Hechos y cifras: Empoderamiento económico. 2021, de ONU Mujeres. Sitio web: https://www.unwomen.org/es/what-we-do/economic-empowerment/facts-and-figures